ANTE EL DESTELLO DEL PORVENIR / RAQS MEDIA COLLECTIVE

por | NÚMERO CERO

ETHEL RAMOS

En las últimas décadas el arte ha sufrido transformaciones acordes a los tiempos que corren, desde la desmaterialización de las obras hasta su encriptación las prácticas artísticas se manifiestan como reflejo de nuestro presente. Dentro de este contexto, existe arte que crea vías de posibilidad para la manifestación de crítica y activismo político, a partir de la construcción de utopías que abren la esperanza de otros futuros posibles. La convicción de quienes hacen este arte pareciera estar vinculada con el concepto que Jacques Derrida llamó “un mesiánico sin mesianismo”, es decir, aquello que subsiste como experiencia de la promesa emancipatoria y de una idea de justicia. [1] Derrida señala:

La idea […] de la democracia por venir […] ordena hacer que venga aquello mismo que no se presentará jamás en la forma de la presencia plena. […] Dicha condición de posibilidad del acontecimiento es también su condición de imposibilidad, como ese extraño concepto del mesianismo sin contenido, de lo mesiánico sin mesianismo. […]. Pero sería igualmente fácil mostrar que, sin esta experiencia de lo imposible, más valdría renunciar tanto a la justicia como al acontecimiento. [2]

Lo que permite que el trabajo de las y los artistas que hacen arte político construya discursos a través de la reactivación del tiempo y de la historia es esta búsqueda de espectros como promesas del porvenir.
Asimismo, otra pervivencia del pasado en el presente es el empleo de la luz y del relámpago como símbolos de fuerzas naturales acordes a la pulsión de la vida. El imaginario depositado en las figuras de los doctores Frankenstein, de Mary Shelly, y Fausto, de Goethe, es ejemplo de cómo la electricidad ha sido concebida como una fuerza dadora de vida. Respecto a la fuerza emancipatoria en el arte, esta noción puede verse reflejada en la concepción de imágenes relampagueantes y en la persistencia de prácticas artísticas que hoy siguen haciendo de la luz, el relampagueo y el resplandor un símbolo para la activación de enunciaciones políticas. Este es el caso del trabajo de Raqs Media Collective, un grupo artístico creado en India en 1992, por Jeebesh Bagchi, Monica Narula y Shuddhabrata Sengupta.
El trabajo de este colectivo ha sido descrito por el Museo Universitario de Arte Contemporáneo de la UNAM, de la siguiente manera:

Raqs es un laboratorio de pensamiento que propone a la estética como punto de partida para una reflexión social y política. El origen de su nombre hace referencia, tanto a la palabra usada en persa, árabe y urdu que define un estado de meditación, como al acrónimo en inglés “Rarely Asked Questions, RAQS” [preguntas raramente hechas]. […] Jugando con múltiples roles, el colectivo se desempeña como artista, comisario y como ellos mismos se definen: agentes filosóficos provocadores. […] Siempre jugando con una poética imprecisa, Raqs Media Collective analiza el pasado, piensa el presente e imagina el futuro. [3]

Siguiendo estos principios, en el año 2020, en medio de la pandemia por Covid-19, se inauguró la Trienal de Yokohama curada por Raqs. Con el título The Afterglow Raqs el colectivo reactivó la fuerza del destello que desprenden las imágenes ante el tiempo y las presentó en un momento de incertidumbre que, pese a la crisis que ello ha representado, abrió la posibilidad de repensar el ahora e idear futuros posibles. Raqs comentó al respecto del proyecto:

The Afterglow es también una infraestructura de relaciones, de preceptos y afectos, de una capacidad de ver y narrar el mundo con paciencia y asombro. Este andamio nos ayuda a sentir temblores y fallas, fallas y avances en las pulsaciones de la vida. Estas capacidades son necesarias para acceder a fuentes dentro de nosotros, que a veces pueden estar escondidas en los reservorios de nuestra vida común, de nuestros paisajes conectados y contiguos. Ayudan a forjar vínculos, afinidades y sororidades, a fin de cambiar las reglas del juego. [4]

Revoltage, instalación, 2010. Fotografía: MUAC, UNAM.

En el año 2010, el colectivo produjo la pieza titulada El capital de la acumulación, reactivando la imagen y el trabajo de Rosa Luxemburgo. En un formato de película a dos canales se escuchaba: “Cuando te vi caminar las calles de la ciudad, te oí escuchar la voz de las hojas caídas en el suelo del bosque. Esto también fue una acumulación, este montón de hojas, esta reunión de venas abiertas, un abono de sueños, agotado de cosechar la luz de un sol sombrío”. [5] Cuauhtémoc Medina señala que esta pieza alude la a existencia de otro tipo de acumulación fantasmal, etérea y residual, [6] una acumulación que quizá valdría la pena pensar como espectro del pasado manifestada en aquello que aún no ha sido, pues, tal como apuntaba Derrida, “el porvenir sólo puede anunciarse como tal y en toda su pureza desde un fin pasado: más allá, si ello es posible, del último extremo. […] El porvenir sólo puede ser de los fantasmas. Y el pasado”. [7]
          En su trabajo, constantemente configurado dentro de una dialéctica entre tecnología y política, el colectivo reactiva el imaginario científico de la literatura, donde la electricidad representa una posibilidad de vida. Ejemplo de ello son las obras Revoltage (2010) y Marks (2012), en las que la luz fungía como medio para su pronunciamiento. Igualmente, esto se hizo presente en The Afterglow, donde definieron su propuesta curatorial con la frase: “Un intervalo luminoso, una anticipación resplandeciente, un flujo centelleante, una corriente cargada de energía entre los matorrales de la presencia y el devenir”. [8]
           En el trabajo de Raqs también resuena el pensamiento benjaminiano al construir imágenes dialécticas que activan el pasado en el presente dentro de una constelación en tensiones, y se posicionan asumiendo que “a nosotros, como a cualquier otra generación anterior, se nos habrá dotado de una débil fuerza mesiánica. Ese derecho no cabe despacharlo a un bajo precio”. [9] Es por ello que, en sus prácticas artísticas Raqs Media Collective realiza una operación que transita de lo inteligible a lo sensible y deviene en el principio esperanza del ahora, lo que permite vislumbrar en su obra, en tanto se trata de imágenes ante el tiempo, un destello, una chispa o un relampagueo que trae consigo la promesa de un porvenir emancipado.

Marks, instalación, 2010. Fotografía: MUAC, UNAM.

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NOTAS / REFERENCIAS

1. Jacques Derrida, Espectros de Marx. El estado de la deuda, el trabajo del duelo y la nueva internacional (Madrid: Trotta, 1998), 73.
2. Ibid., 79-80.
3. Raqs Media Collective, Es posible porque es posible (México: MUAC, CA2M y Fundación proa, 2014), 72.
4. Raqs Media Collective, Yokohama Triennale, “From the Artistic Director”, acceso 24 de octubre de 2021. https://www.yokohamatriennale.jp/english/2020/concept/.
5. Raqs Media Collective, Es posible porque es posible, 31.
6. Cuauhtémoc Medina, “Una historia del infinito y algunas catástrofes recientes: acerca de El capital de la acumulación de Raqs Media Collective”, en Raqs Media Collective, Está escrito porque está escrito (México: MUAC, CA2My Fundación proa, 2014), 118.
7. Jacques Derrida, Espectros de Marx, 50.
8. Raqs Media Collective, Yokohama Triennale, “From the Artistic Director”.
9. Walter Benjamin, “Sobre el concepto de Historia” en Obras completas, Lib. I, Vol. I, (Madrid: Abada: 2006), 306.